martes, 19 de mayo de 2015

Mundo de imperfecciones.





Desde que tengo uso de razón, me ha quedado algo claro, que estoy lejos de la perfección, soy una persona que tiene muchos defectos y que lucha constantemente contra algunos, esa batalla me mantiene en una lucha crónica y agotadora.

Entre todas mis imperfecciones, jamás he considerado que ser malvada es una de ellas, sin embargo de alguna u otra manera parece que eso es lo que muchos opinan de mí, como si no importa lo que haga, siempre termino siendo la mala...por ejemplo:

Durante la hora de la comida en casa, se me ocurre comentar algo que vi en internet, un meme, un video, una noticia, etc… mi madre aprovecha ese momento y lo que yo estoy diciendo para recordarme alguna de mis tantas imperfecciones, para hacer notar que soy la peor hija del mundo y que  nunca podré ser la hija perfecta que ella espera que yo sea.

Si yo me quedo callada, sé que se arruinará el apetito del resto de la familia, porque mi madre continuará hablando y exhibiéndome delante de los demás, si le contesto, entonces doy una prueba más de lo mal hija que soy, es una situación en la que me es imposible ganar.

Ahora bien, en el trabajo, hace como dos años, trabajaba para una escuela, donde la paga era mala, no nos daban material para trabajar, es decir, plumones, cuadernos e incluso bolígrafos era algo que teníamos que comprar con nuestro propio dinero, porque ellos no compraban nada de eso, pagaban cinco días tarde, por política, es decir, la primer quincena, del 1 al 15, te la pagaban el 20, la segunda quincena del 16 al 30, te la pagaban el día 5 del siguiente mes, eso era sin excepción, eso claro está, después de pelear tus horas, porque nunca te querían pagar completo el tiempo trabajado.

Recuerdo esa ocasión en que era el día 8 y no nos habían pagado, en mi cartera no tenía ni para el camión de regreso, estábamos varios profesores esperando a los dueños de la escuela que ¡sabrá Dios que estaban haciendo! Que no llegaban a la escuela, así que todos querían su dinero, le exigieron a la secretaria que les marcara por teléfono, y resultó que cuando contestaron, me pasaron la bocina a mí, yo pues viendo la desesperación en la cara de los maestros, más mi propia preocupación por el dinero, les pedí que nos pagaran, y la mujer todavía me dijo que no podían pagarnos, que la esperáramos tres días más, es decir, ya no iban a ser 5, días, ni siquiera 8, ella me pedía retrasar el pago 10 días.  Yo me puse dura y le dije que no era posible, que era su responsabilidad pagarnos a tiempo, que nadie le alegaba los cinco días que nos atrasaba ya como si fuera ley, pero que no nos pidiera más tiempo… a raíz de ese día, me convertí en la peor persona sobre la faz de la tierra… ¿cómo era posible que yo no tuviera compasión de ellos pobres dueños y exigiera mi pago?

Eso me trajo consecuencias, me lo recriminaron en más de una vez, según ellos por eso que sucedió, no se me consideraba una persona de confianza, era además una alborotadora y la peor persona del mundo.



Y pues hace unos días, en un juego, sí, leyeron bien, en un juego online de rol, de esos sociales, en que tienes que hablar con otras personas para poder subir de poder y nivel. Allí hay algo llamado “ligas”, que es una parte en que te obligan a formar grupos para luchar con otros grupos, al líder lo llaman Monarca, a mí nadie me preguntó hace unas semanas cuando de repente se les ocurrió cambiar a esta persona que hacía de líder, pero hace unos días, esta nueva persona me pregunta en privado, ¿cómo llevar las recompensas y otras cosas?, la verdad, es que pensé que si a nadie le había importado mi opinión en su momento, no tenía por qué meterme en esos asuntos, que lo que ese líder buscaba era tener a alguien a quien echarle la culpa si las cosas salían mal. Así que simplemente le contesté “haz lo que quieras”, pues resulta que ahora decir eso es equivalente a ser la peor persona.


Yo sé, tengo miles de defectos, pero jamás he pensado de mí misma como una mala persona, pero pues hay un refrán que reza “si el río suena es porque agua lleva”, tal vez, si tanta gente se empeña en decírmelo, tendré que añadir eso a mis defectos... porque probablemente sea la persona malvada que todos dicen que soy…